La sanidad vegetal es el conjunto de prácticas que favorece que las plantas de un cultivo se mantengan sanas. Estas prácticas abarcan desde la selección de unas buenas semillas hasta la limpieza de las herramientas de laboreo. Además pone en relieve las prácticas de manejo y los productos empleados para valorar la sanidad global del cultivo.

La sanidad vegetal es un término que recoge los riesgos (plagas y enfermedades, malas hierbas), la gestión integrada de plagas y la innovación en la protección fitosanitaria para atender a la salud de los cultivos. Su principio fundamental es garantizar la sostenibilidad de la producción primaria a nivel social, ecológico y económico. 

2020: Año Internacional de la Sanidad Vegetal, #IYPH2020

Durante este año 2020, declarado por la ONU como Año Internacional de la Sanidad Vegetal (#IYPH2020), se están realizando diversas campañas para la toma de conciencia por parte de toda la sociedad de la importancia de la sanidad vegetal. Debemos tener en cuenta que las plantas son el 80% de nuestros alimentos y el 98% del oxígeno que respiramos. Se estima (fuente, FAO) que el 40% de la producción agrícola anual mundial se pierde por consecuencia de las plagas. Además el cambio climático amenaza con reducir el valor nutritivo y la cantidad de los cultivos. Debido a un aumento de las temperaturas globales se ha observado un aumento en la cantidad de plagas. Además se observa la aparición de nuevas plagas en zonas donde estas no eran endémicas. 

Así mismo la abundancia de insectos ha descendido en un 80% en los últimos 25 años, por lo que la fauna auxiliar ha sufrido una disminución preocupante. Algunas de las labores de estos organismos beneficiosos son la polinización de los cultivos, la lucha antiparasitaria, la salud del suelo o el reciclaje nutrientes (descomposición de materia orgánica). 

Pero sin duda la actividad más importante que va a desarrollarse dentro del marco IYPH2020 es la Primera Conferencia Internacional sobre Sanidad Vegetal, que tendrá lugar en Helsinki en 2021, ya que su fecha inicial de octubre de 2020 ha sido aplazada por la situación sanitaria excepcional. Bajo el lema “Protección de la sanidad vegetal en un mundo cambiante” recoge los avances científicos y técnicos de la sanidad vegetal frente al cambio climático. 

Sanidad vegetal: crucial para la agricultura ecológica

La sanidad vegetal es crucial para mantener las plantaciones sanas frente a la aparición de plagas y enfermedades. En la agricultura ecológica la sanidad vegetal se mantiene a través de la elección de las especies y variedades tradicionales y resistentes adaptadas al medio. Para su mejora se emplean productos naturales que aumentan la resiliencia natural de la planta. Se busca su nutrición y fortificación en una maniobra de prevención: cuanto más fuerte es la planta, menos sensible es a los ataques de plagas y enfermedades. 

Algunos aspectos esenciales en el manejo de la sanidad vegetal en la agricultura ecológica son:

  • Equilibrio de la biodiversidad creando ecosistemas dentro del cultivo.
  • Control biológico de plagas, las prácticas culturales.
  • Empleo de fitosanitarios naturales. 

Principios de la sanidad vegetal

Los principios de sanidad vegetal se basan en pilares como:

  • El triángulo de la enfermedad.
  • Las relaciones bióticas específicas.
  • Funcionamiento de las cadenas tróficas.
  • Fauna perjudicial vs fauna auxiliar.
  • Diversidad del agroecosistema. 

Todos estos pilares buscan la creación de un estado sanitario equilibrado. Algunos de los métodos de recuperar dicho equilibrio pueden encontrarse en las prácticas culturales:

  • Asociación de cultivo que mejoren los rendimientos parciales y la reposición de nutrientes al suelo.
  • Manejo eficiente del riego con el objetivo de evitar estrés hídrico o excesos de humedad que favorezcan las enfermedades fúngicas.
  • Aporte periódico de materia orgánica para mejorar la biota del suelo, lo que conduce a una mejora de su estructura y textura, y, por lo tanto, de su capacidad nutricional.
  • Recuperación de rotaciones y alternancias de cultivos. EL objetivo es doble, reducir la fatiga de la tierra y evitar que los patógenos puedan establecerse de forma permanente en la parcela. 
  • Asociación de cultivo: ya sea por la búsqueda del aumento del rendimiento o como cebo para las especies patógenas. Además pueden emplearse como barreras para la migración interparcelaria de plagas.
  • Manejo de la biodiversidad vegetal que permita el asentamiento de fauna útil en el cultivo. 

Al aumentar el control sobre la salud vegetal, se mejora todo el estado general del cultivo, lo que asegura la progresión a la madurez del cultivo por lo que se vuelve más sostenible. 

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