La permacultura es un sistema de principios de diseño agrícola y social basados en los patrones del ecosistema natural. El término proviene de la abreviación de “agricultura permanente” ya que busca la sostenibilidad en el tiempo del sistema que se diseña.

Permacultura es el diseño consciente y el mantenimiento de ecosistemas agrícolas productivos los cuales tiene la diversidad, estabilidad y resistencia de los ecosistemas naturales. Es la integración armónica del paisaje y la gente produciendo comida, energía, cobijo y otras necesidades no materiales de manera sostenible.

Bill Mollisen, 1988, Permaculture A Designers’ Manual

El origen de la permacultura se remonta a 1970 cuando dos ecologistas australianos, Bill Mollisen y David Holmgren comenzaron con el desarrollo de ideas para la creación de sistemas agrícolas estables frente al uso de procesos agroindustriales. Sus objetivos eran paliar el envenenamiento del suelo y del agua, evitar la reducción de biodiversidad y mantener el suelo fértil frente a la desertización. La idea de la permacultura la dieron a conocer en 1978 con el libro “Permaculture One”.

La permacultura no se ciñe solo a la agricultura, si no que tiene un alcance más amplio y holístico. Esta corriente abarca desde el diseño, la teoría de sistemas, la biocibernética y la ecología profunda.

PERMACULTURA Y AGRICULTURA

La permacultura en el ámbito agrícola busca un sistema permanente y sostenible, consciente del lugar donde se vive y busca imitar los patrones de la naturaleza. Busca el respecto y la conservación de elementos críticos como el suelo, los bosques y el agua. La permacultura da relieve a los elementos agrícolas más allá de la productividad económica de los mismos.

Un árbol no solo produce fruta, si no que puede aportar mucho más: sombra, cortar el viento, refugio, fijador del nitrógeno, maderable…

Jesús Ruíz

La permacultura puede considerarse como una variante de la agricultura ecológica, pero va más allá gracias a sus conceptos de diseño y agroecología. En esta corriente no se priman los método de producción económica, si no los valores de cooperación y sostenibilidad buscando la autosuficiencia de las fincas agrícolas y la creación de agrosistemas sostenibles.

De este modo, se basan en sistemas de policultivo de asociación de especie fundamentados en los modelos de la naturaleza entre los que se establecen relaciones beneficiosas que hacen que el conjunto prospere. Se ha observado que los rendimientos en policultivo pueden llegar a tener valores superiores que en monocultivo.

Este modelo permite un nivel superior de autosuficiencia alimentaria, especialmente importante en zonas aisladas o de difícil acceso como archipiélagos, zonas muy boscosas o desiertos. En España, este modo de cultivo se ha extendido en regiones como las Islas Canarias para minimizar su dependencia exterior en el abastecimiento de alimentos. Además proporciona una mayor resiliencia ecológica en las fincas agrícolas.

OBJETIVOS DE LA PERMACULTURA

Los objetivos de la permacultura pueden resumirse en 5 aspectos fundamentales según el libro de Alejandra Caballero “Agricultura sostenible, un acercamiento a la permacultura” de 1997. Estos objetivos son:

  1. La creación de sistemas agrícolas de bajo consumo de energía y alta productividad.
  2. Concebir la vivienda como parte integrante del ciclo ecológico de la parcela.
  3. Obtener el mayor grado de autosuficiencia posible,
  4. Buscar una ecología integrada al paisaje, de valor estético y utilitario.
  5. Emplear técnicas accesibles a cualquier persona.

TECNICAS UTILIZADAS

Entre las técnicas empleadas para alcanzar los objetivos de la permacultura se tienen:

  • Integrar en un mismo lugar la agricultura, ganadería, acuicultura, silvicultura y pastoreo, seleccionando las especies de plantas más propicias en función de las características climáticas, topográficas y biogeográficas del lugar.
  • Una planificación ecológica, fomentando la diversidad de las especies y analizando la función múltiple que realizan, la producción y el ahorro de energía.
  • Realización de una planificación especial a través de un mapa de zonificación, según la intensidad de uso por el hombre y la definición de los sectores, es decir, de las energías externas al sistema, como el sol o el viento, la orientación de la finca, etc.

HERRAMIENTAS PARA LA PERMACULTURA

Según Bill Mollisen y David Holmgren, las principales herramientas a tener en cuenta son:

  1. La observación, la paciencia y la persistencia. Lo que parece malo en el sistema puede ser un buen indicador, rehabilitador del suelo o un recurso útil, aunque en un principio no seamos capaces de reconocerlo.
  2. El uso intensivo de la información y la imaginación. Pensar antes de actuar, usando la creatividad en combinación con la tecnología. La capacidad de aprendizaje determinará el rendimiento, no el tamaño de la parcela.
  3. Planificar en pro de la sostenibilidad , pensando en las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones. 
  4. Procurar la diversidad, no sólo en el huerto si no en diversificar nuestras actividades y fuentes de ingresos económicos. 
  5. Aprender del paisaje, ya que en él tenemos todo el conocimiento que necesitamos para crear un sistema sostenible y de baja energía. 

DIFERENCIAS FRENTE A OTROS TIPOS DE AGRICULTURA

  • Los principios éticos son el referente universal.
  • No cuentan con métodos y técnicas estandarizados.
  • La permacultura es una adaptación creativa. Recupera técnicas tradicionales y las combina con los avances científicos.
  • Las necesidades de las personas y del medio ambiente pueden equilibrarse trabajando en armonía con los sistemas naturales.
  • Utilizar el mínimo esfuerzo para obtener el máximo resultado.
  • Todo afecta a todo dentro de un sistema vivo.

CONCLUSIONES

La permacultura es más que ecología y agricultura, es pensar en un sistema interconectado en el que todo depende de todo. Este sistema debe estar en equilibrio para conseguir que funcione correctamente. 

La permacultura se centra en el estudio de las interpelaciones entre los distintos seres vivos y con el entorno, Así se consigue aprovechar de manera sostenible y responsable los recursos naturales y la funcionalidad de las especies animales y vegetales, ya que cada elemento desempeña muchas funciones. 

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